Sabemos que Hollywood adaptó a la pantalla a varias de nuestras sagas de videojuegos favoritas. También sabemos que la mayoría de las adaptaciones son pésimas y olvidables. No tengas miedo porque hoy no venimos a hablar de eso. En este post te enseñare 10 películas que si eres un verdadero Gamer te gustaran. Algunas son documentales, otras están llenas de referencias gamer y unas pocas son experimentos técnicos que se asemejan a los fichines a algún aspecto.
10. Red vs. Blue
Esta serie nació como un machinima fanmade (cuando crean una historia original usando contenido de un videojuego) de Halo. A modo de parodia, la serie se burla tanto de los juegos militares en primera persona como del género de ciencia ficción. Nos presenta a dos bandos, los rojos y los azules, quienes están supuestamente en guerra. Pronto se descubre que no es así y que ambos son marionetas de un proyecto más grande. La disonancia ludonarrativa es un hecho en muchos juegos de acción y la serie sabe hacer uso de ello para dar rienda suelta a la mejor comedia.
9. Hardcore Henry
Esto es lo más parecido que existe a un “FPS cabeza” –como me gusta decirle a los que son más adrenalina que seso, como Doom, Shadow Warrior y Painkiller, entre otros. Hardcore Henry tiene una perspectiva en primera persona muy experimental que nos mete de lleno en la acción y el frenetismo. Renuncia un poco a las bondades narrativas en pos de lo experimental y la novedad en la técnica de filmar, esto hace que el guion no sea de lo mejor, pero el paseo vale la pena. En la piel de un cyborg recién reactivado llamado Henry, recorremos toda Moscú en busca de vengar a nuestra esposa.
8. The King of Kong: A Fistful of Quarters
La competitividad es inherente a muchos géneros del videojuego y a veces la llevamos también al ámbito single player. En las épocas de las máquinas arcade, los jugadores más viciados competían a diario para dejar su nombre en el ranking de mejores puntuaciones. Así fue como en 1982 Billy Mitchell rompió el record mundial de puntuación jugando al Donkey Kong. El tipo también fue el primero en hacer una puntuación perfecta en Pac-Man, años después. En 2004 llegó Steve Wiebe, un aficionado decidido a mejorar el logro de Mitchell en Donkey Kong. Y acá es cuando se vuelve relevante nuestra película documental. The King of Kong sigue paso a paso como Wiebe se hace merecedor del record mundial jugando al conocido plataformas.
7. Video Game High School
Esta webserie tiene su primera temporada catalogada como una película en Netflix. La cuestión es que para su edición en Blu Ray pegaron los primeros 9 episodios y los convirtieron en un film. Lo bueno es que las dos temporadas restantes están también, con sus capítulos separados. La premisa de esta comedia muestra una utopía en el que los videojuegos están totalmente asimilados en la sociedad, tanto que existe una carrera universitaria para volverte profesional en ellos.
6. Video Games: The Movie
Tras un Kickstarter que recaudó $107,000 dólares y monedas, este documental llegó para contar la historia del ascenso de los videojuegos, desde el ambiente más de nicho y con mucho sudor a friki, a convertirse en la industria masiva y millonaria que es hoy en día. Lo más invaluable de la película son las entrevistas a grandes creativos y ejecutivos, como Nolan Bushnell, co-fundador de Atari. El panorama que da va desde el nacimiento de los fichines, pasando por las controversias y tocando hasta los eSports. Completísimo.
5. Atari: Game Over
Documental imperdible que destapó un suceso que se creyó rumor por mucho tiempo. Por si todavía no te enteraste, la leyenda sobre los cartuchos de E.T. enterrados en el desierto es cierta y esta película te muestra el proceso de excavación, de unas tres horas de trabajo, que llevó a encontrarlos en Nueva México. Se desenterraron 1300 copias del peor videojuego de la historia de las 700 000 que se cree que hay allí.
4. Ralph El Demoledor
Wreck-It Ralph es otra de las tantas películas de animación que saben que conmueve contar una historia desde el punto de vista de los marginados. Ralph no es el protagonista de su videojuego, es el villano, pero tampoco es un villano a quien se le dé mucha importancia. Cansado de ser el “malo de la película”, se escapa de su máquina arcade y sale a recorrer los demás juegos de la sala de recreativas. Así se cruza con otros personajes y el viaje se convierte en travesía. El film es súper simpático y está lleno de referencias a videojuegos clásicos por doquier que ameritan su búsqueda.
3. Kung Fury
Artes marciales y acción policíaca pasados por el filtro de la década del 80. El resultado estético recuerda mucho a los VHS y a la onda bolichera del momento. Kung Fury lo tiene todo: robots, dinosaurios y ninjas; patadas, explosiones y un cameo a David Hasselhoff. Una oda a una época que nació para volverse de culto porque sabe que hay un gran nicho de público que le encanta ver estas cosas.
2. Indie Game: The Movie
Con Indie Game: The Movie Enterate de lo que es hacer un videojuego independiente con tres casos de éxito tempranos, es decir, fichines que indies que nacieron cuando toda la movida de anteponer la libertad creativa y autopublicar un juego estaba despegando. Braid, Super Meat Boy y Fez requirieron mucho esfuerzo, coraje y perseverancia. Edmund McMillen y Tommy Refenes, creadores de Super Meat Boy, y Phil Fish, desarrollador de Fez, relatan los obstáculos que atravesaron para llevar sus juegos al mercado. Jonathan Blow, por otro lado, reflexiona sobre el éxito de Braid.
1. Scott Pilgrim vs. The World
Edgar Wright hizo un traspaso a la pantalla impecable de la novela gráfica de Lee O’ Malley. La película no retiene todas y cada una de las referencias geek que tiene la obra de papel, pero captura las mejores en sus casi dos horas de duración. La trama es de videojuegos: Scott es un pibe bastante cobarde y boludón que conoce a la chica de sus sueños, Ramona Flowers. El problema es que para quedarse con ella debe vencer antes a sus siete malvadas exparejas, que dan batalla fuerte como los mejores jefes de dungeon. La película resulta ser un excelente ejemplo de cómo hacer humor visual. Un festín para todo nerd.
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